“Un solo Dios” es una pintura que muestra al futbolista Diego Armando Maradona, considerado el mejor del mundo, entrenando en el ex estadio “San Paolo”, ahora renombrado como el estadio “Diego Armando Maradona”, tras el fallecimiento del astro del fútbol.
En 1989, Nápoles, Italia, el equipo de fútbol S. S. C. Nápoli, antes de enfrentar al Bayern Munich, realiza un entrenamiento que, años más tarde se convertiría en el entrenamiento más famoso del mundo. Maradona entrenaba con la soltura acostumbrada y con un dominio completo de la esfera, dando botes de hombro a hombro y dominadas cortas y largas, el público asistente disfrutaba de su arte con la pelota. Además, el entrenamiento sucede mientras que en el fondo se escucha la canción emblemática Live is life de Opus. Todos éstos ingredientes convertirían a ése entrenamiento en algo inolvidable.
En la pintura trato de expresar ése momento mítico, Maradona entrenando con los botines sueltos, en un bote que él da con fuerza hacia el cielo y que posteriormente dominaría sin problemas con la zurda. Ése momento, él mirando hacia el cielo cuando va a caer el balón, hace una doble referencia en el cuadro. Tanto su talento, el momento inolvidable del entrenamiento con la música de fondo y él mirando hacia el cielo, como él reconociendo de dónde proviene su talento. Pues el astro es considerado por muchos como un “dios”. Incluso hay personas que congregan en una iglesia maradoniana como una especie de religión, en donde por su puesto, se le adora a Maradona. Sin embargo, él mismo en entrevistas declaraba que creía en Dios y que su don de jugar al fútbol provino de allá arriba, de lo Alto. Por ello, esa doble referencia capturando el momento de él mirando hacia arriba, hacia la pelota que dominaría fácilmente pero también mirando hacia el cielo, de donde él sabía que venía su don.
El nombre de la pintura es en referencia a una cita bíblica, donde dice que existe un solo Dios verdadero (Deuteronomio 6:4). Entre otros detalles que están en la pintura y que son de libre interpretación por quienes la aprecien.
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